Hay un libro que se llama “El sentido de la vida” de Bradley Trevor, una obra super sencilla y profunda por las preguntas que nos deja para reflexionar. Al principio el autor afirma:
«No importa desde donde la mires, la vida es extraña«.
Una de las cosas que más me gusta de ese pequeño libro es que acompaña sus frases con imágenes de la naturaleza. Al leer cada reflexión y compararla con la imagen que la acompaña, queda mucho más claro lo que el autor quiso expresar. Por ejemplo:
«¿Por qué nos impresionan y nos obsesionan tanto los objetos y los logros a escala inmensa, si es el conjunto de lo diminuto lo que hace posible las grandes cosas?«
«¿Por qué tratamos de inventarnos pequeños mundos propios para crearnos la ilusión de tener total dominio sobre nuestra existencia, si sabemos con certeza que no lo tenemos?«
Me encantan esas 3 premisas porque, una vez que reconocemos que la vida es extraña, que el conjunto de lo diminuto hace posible las cosas y que solo tenemos dominio de una porción de nuestra existencia, entonces podemos enfocarnos en lo que sí tenemos control e ir dando esos pequeños pasos que nos lleven a lograr grandes cosas, siempre y cuando tengamos presente que hay mucho más de lo que nuestros ojos pueden ver.
Ser agradecidos es uno de esos pequeños-grandes. Agradecer cada día por lo que ahora tenemos nos permite apreciar el camino recorrido, nos permite celebrar los logros menores, además de sonreír por aquello que muchas veces damos por sentado y echaríamos en falta si lo perdemos.
Hoy, alinead@s con la celebración del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, tomémonos un tiempo para agradecer por esas pequeñas cosas que hacen de nuestra vida algo grandioso. Te voy a dar varios ejemplos:
- Agradece por las cosas que un día fueron inventos y hoy forman parte de nuestro día a día, como la ducha en tu baño, las rueditas de la silla de escritorio, el toldo que te ayuda a cubrirte del sol del mediodía, el ascensor, el carrito del supermercado.
- Da las gracias por tener la posibilidad de reflexionar y cambiar el rumbo de tu vida. Ya que puedes aprender nuevas formas de ir hacia adelante, porque tienes el potencial y la oportunidad de ser cada día un poco mejor.
- Se agradecid@ con la persona que te sonríe, al que te abre una puerta e incluso a aquellos que sin saberlo, con sus acciones te demuestran que hay también bondad en el mundo.
Hay una canción de Pasión Vega que dice:
“Gracias a la vida que me ha dado tanto
me ha dado el oído que en todo su ancho
graba noche y día grillos y canarios
martillos, turbinas, ladridos chubascos
y la voz tan tierna de mi bien amado.
Gracias a la vida que me ha dado tanto
me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto
Gracias a la vida que me ha dado tanto
me ha dado la marcha, de mis pies cansados.
Con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos”
Gracias por estar por aquí ?