Si has escuchado a Mariana Fresnedo de @quantumquip debes estar familiarizad@ con este término. Una fuga energética es una pérdida de nuestra energía emocional o cognitiva. Muchas de ellas son generadas pro creencias o patrones de pensamiento, sentimiento y de conductas que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida (por nuestros padres, nuestra familia, la sociedad, la religión, la cultura de nuestro país), que posiblemente NUNCA hemos cuestionado y que muchas veces sin darnos cuenta nos roban la PAZ MENTAL, la felicidad o la motivación por la vida.
Tener estas fugas es más común de lo que podemos imaginar, de hecho tenemos muchas y no nos damos cuenta. Las más comunes estñan relacionadas con la salud, el dínero y el amor:
– No soy una persona digna de ser amada
– El dinero es sucio y lo tienen las personas poderosas
– La salud no hay que cuidarla, ella siempre estará allí.
Y sin darnos cuentas estás creencias se convierten en los algoritmos que toman las decisiones de nuestra vida, condicionando cada pensamiento, cada emoción y cada conducta que experimentamos en nuestras vidas. ¿Cómo se trabajan las fugas energéticas? Pues en la teoría es más fácil que en la práctica, pero comienza por ser conscientes de existen. Identificar una creencia o pensamiento limitante es el primer paso para poder cuestionarlo y transformarlo. El siguiente paso es entender que aporta a nuestras vidas y por qué está ahí. Y finalmente si es algo que queremos transformar es entender como lo revertimos y lo transofrmamos en una creencia alineada con nosotros mims@s.
¿Cuáles son tus fugas energéticas y qué estás haciendo para transformarlas?