En un mundo cada vez más abrumador, la ansiedad y el estrés se han convertido en los grandes males de nuestra sociedad actual. Desconectar de la acelerada rutina es una terapia fundamental para preservar nuestra salud mental.
Desde el momento en que comienzas a planear unas vacaciones, notarás una mejora en tu estado de ánimo. Esta mejora se traduce en una elevación mental y puede tener un efecto inmediato.
A menudo, la gente piensa que necesitan grandes planes para que unas vacaciones tengan significado. Sin embargo, la verdad es que solo necesitas algunos días de desconexión para experimentar sus beneficios.
Cuando te tomas esas ansiadas vacaciones, entras en una etapa de restauración y recuperación, con el propósito de renovar los efectos negativos del exceso de trabajo y otras responsabilidades que enfrentas en tu rutina diaria.
Nuestras neuronas anhelan alcanzar la plenitud a largo plazo a través de las novedades y desafíos que ofrecen las distintas actividades durante las vacaciones, y este descanso ofrece ambas cosas en abundancia.
Ya sea que viajes o decidas disfrutar de otras actividades dentro de tu propia ciudad. Lo importante es procurar descansar.
Al desconectar, tu rutina se verá fortalecida gracias al período vacacional. Todo te parecerá diferente, lo que se traduce en una mejor gestión de los problemas e imprevistos.
Vacaciones breves pueden ser más benéficas, ya que durante unas vacaciones largas, uno siempre está reportándose. No obstante, no parece ser un efecto de «»todo o nada»». Si es necesario mantener cierto contacto laboral, hazlo. Aunque el estímulo mental que uno puede obtener al desvincularse totalmente puede ser un poco mayor que si se mantiene el contacto para dar seguimiento a algunas cosas, de todos modos es mejor que no tomarse vacaciones en absoluto.
Sabemos que a veces nos cuesta desconectar por completo y esto puede generar estrés adicional. Así que durante esos días, olvídate de tu móvil y trata de no revisar correos ni mensajes relacionados con el trabajo. Dedica tiempo a aquellas actividades que siempre te han gustado y prueba a hacer cosas nuevas.
Recuerda, es tu momento. Un período en el que tu cerebro también necesita descansar.